miércoles, 11 de marzo de 2009



Calica Ferrer: "Evo ganó la guerra que empezó el Che".


El amigo que compartió infancia con Ernesto Guevara y realizó el segundo viaje por América Latina junto a él, remarca que la influencia del Che sigue presente, que nadie reconoce que abrió el camino para la elección del primer indígena en la presidencia de Bolivia y defiende a Fidel:" Castro no traicionó al Che".


Llegando por la calle dedicada al doctor Tomás Manuel de Anchorena, uno de los treinta y dos tipos que firmaron el Acta de Independencia Argentina, se vislumbran los viejos y elegantes edificios del Barrio Norte porteño. Toco un timbre y nadie me atiende. Pienso: ¿Estará bien la dirección? Insisto con un timbrazo más largo y Mabel, la última señora de Carlos Calica Ferrer, me pide que aguarde. No tarda en llegar.
Mabel es una señora tan amable como coqueta. Me dice que tiene diez años menos que Calica y se nota en sus rasgos que de joven ha sido una mujer hermosa, cómo lo sigue siendo, pese a la conspiración de algunas arrugas. Lógico.
Se preocupa porque me ponga cómodo y me explica que Calica fue por el diario. Me sugiere: "hablale fuerte que está medio sordo". Y sigue, solita, cómo manejando de taquito la recepción de entrevistadores: "Yo al Che no lo conocí, pero sí a toda la familia que es encantadora. Cuando Calica habla con Granado- por Alberto el primer ladero de viaje del Che- me sorprenden las anécdotas que lo enmarcan cómo un hombre adelantado. El denominador común de las charlas sobre él es la reflexión:"cuánta razón tenía".
Cómo si estuviese preparado, llega Calica, con el Clarín, justo cuando nos estabamos quedando sin tema de conversación con Mabel. Ella, interpretando su función, nos deja sólos.
Calica también sabe cómo es esto. Me trata con el respeto de los hombres mayores. Tiene casi 80 pirulos que ni de cerca se le notan. Indaga quién soy y qué busco. Me da poco tiempo para poner play y rec y se dispone a escuchar y a hablar.

¿Qué influencia tuvo en usted la amistad con el Che?

Habiendo sido muy amigo de Ernesto, la relación tiene aun hoy una influencia muy importante en mi vida. El me dio la posibilidad de acompañarlo en su segundo viaje. Compartimos juntos las necesidades del pueblo latinoamericano. Hoy, lo admiro cada vez más, entiendo cada vez más su ubicación en la historia. No se si el pudo preveer que se volvería un símbolo de reclamo de justicia social de los desposeídos, de los marginados. Pero es así, llegando a mis jóvenes ochenta años-risas-me sigue sorprendiendo con toda la razón que tiene.

¿Qué siente cuando aparece el rostro del Che en las grandes marcas publicitarias?

Su figura ha sido usada. Escapó al control de su familia que no pudo evitar que figure en los lugares que no son adecuados. Sin embargo, el Che, por lo general, está presente en los lugares que debe estar, en los reclamos, como símbolo de lucha en los jóvenes. Hay nueve colegios en Argentina, que se llaman doctor Ernesto Guevara. Claro, no se atrevieron a ponerle Che, pero está presente en los lugares preponderantes de reclamo de justicia.
Sus hijos han intentado frenar legalmente el uso del término de Che cómo marca, pero no han podido lograrlo, porque escapa a la posibilidad de controlarlo jurídicamente. La palabra “Che” la inmortalizó Ernesto. Che somos todos los argentinos que andamos por ahí.

¿Cree usted en las versiones que aducen que Fidel abandonó al Che en Bolivia?

Creo que es una maledicencia de la 'ciencia de la desinformación' que maneja la CIA, que al ver que la memoria de Ernesto no la pudieron sepultar, después de asesinarlo en Bolivia y que empezó a crecer y crecer, tuvieron que inventar algo. Dieron por hecho que el Che había sido excluido de la posibilidad de ayuda de Fidel, esto es una gran mentira, Fidel no traicionó al Che. Conozco a Harry Villegas- peleó con el Che en Sierra Maestra, en el Congo y Bolivia- a Orlando Borrego, que no pudo ir porque el Che no lo quiso llevar, ellos juran que nada se pudo hacer, y la memoria del Che en Cuba hoy es lo máximo que se mantiene en alto. Pienso que si esto no hubiese sido así, tal vez hubieran intentado olvidarlo o que pase desapercibido, pero Cuba estuvo siempre a disposición de Ernesto.
Y además quienes manejan la postura del abandono de Fidel no toman en cuenta de que Bolivia no tiene costa, de qué manera entonces Cuba iba a ofrecer ayuda. En Bolivia se juntaron situaciones adversas. La traición del PC -Partido Comunista-Boliviano, el asesinato de Tania, la no colaboración inmediata del campesinado, sumado a que posiblemente se hayan cometido errores. En fin, todo esto llevó a la detención de las columnas que se desencontraron. Después lo que se sabe, claro. Poco en esto tuvo que ver Fidel Castro.Dejame agregar que estuve en Cuba a principio de año para el 50° aniversario de la Revolución. Cada vez que voy, veo a los hijos del Che que son como de la familia de Fidel. Incluso me lo confirma a cotidiano Alberto Granado. Cuba ama al Che, y por eso descartó totalmente que Fidel lo haya abandonado.

¿Imaginó que el Che iba a tomar la decisión de llevar la Revolución a Bolivia?

Fue muy inteligente la decisión del Che de elegir Bolivia. Como estrategia geográfica Bolivia comparte la mitad de la cordillera de los Andes. No se equivocó en elegirla, además el conocía el estado de ese país. La 'pateamos' juntos y el Che no era un improvisado. Lo subestiman los opinólogos que sacan conclusiones desde su casa tiempo después. Bolivia era el lugar adecuado. Las circunstancias imprevisibles cambiaron la situación. La reacción del pueblo boliviano no pudo preverse.

¿Qué opinión le merece las criticas de Juan José Sebreli acerca de que el Che fracasó en la estrategia revolucionaria o la de Jorge Castañeda que afirma que Ernesto llevó a los jóvenes a un baño de sangre?

Estos personajes, quieren nutrirse de cosas espectaculares para trascender. Sebreli quiere trascender. Jorge Castañeda es un muchacho al que no le dí una entrevista porque inventa conclusiones. El Che no mandó a nadie. Dio su vida. Eso es ejemplar. Estos hombres no hablan de las masacres norteamericanas, de las invasiones recientes por ejemplo. Sacan como conclusión, vericuetica, jesuítica, que el Che mandó a la muerte a los jóvenes. El Che dio un ejemplo con su propia vida que va a seguir siendo importante, por más que a estos tipos no les guste.

¿Qué sintió cuando el Che expuso su discurso de “crear uno, dos o tres Vietnam? ¿Le daba miedo el futuro de Ernesto en ese momento?

Si me daba miedo. Pero arriesgaba él y la Revolución Cubana. Ya era el Che y más que miedo por su vida, veía qué valentía tenía. Quiero recalcar la influencia de la Revolución Cubana: la primera victoria fue en Bahía de Cochinos. Luego, logró influenciar con los hechos a toda América Latina. Una Revolución que hizo surgir a otra Revolución que volteó a Somoza en Nicaragua, por ejemplo. Hoy, surge Hugo Chávez en Venezuela, manda un obrero en Brasil con tendencia socialista y sin duda el caso más emblemático es el de Morales, en Bolivia. Evo ganó la guerra que empezó el Che. El Che hizo la guerra cuando hubo que hacer la guerra, en ese momento era la creación de Vietnam y la guerra de guerrillas, sino hubiese sido tan democrático como los demás si las circunstancias se hubiesen presentado.

En el libro que escribió de “Ernesto al Che” usted recalca un aspecto temerario del Che en los momentos límites. ¿Era así realmente o la leyenda lo exageró?

Claro que sí. Una de las anécdotas que cuento en el libro es que naufragamos en el bote de noche en un lago helado. Nos agarró una tormenta que me hizo pensar que en cualquier momento nos dábamos vuelta y no la contábamos. Entonces comencé a quitarme las botas para empezar a nadar. Ernesto, que no perdía la calma, me dijo: “boludo, si te caes al agua, en cinco minutos te morís congelado”, entonces me puse a remar otra vez. El Che tenía un sentido de tranquilidad, incluso en medio de la tormenta, impresionante. Nunca percibí que haya tenido miedo. Nunca. Lo demostró ¿no?.

¿Temió caer en la comercialización de la imagen al escribir su libro?

Yo no quería entran en la comercialización del Che. Mucha gente amiga, Granado, PachoDonell-pese a que no concuerdo con él- me convencieron diciéndome que tenía la obligación moral de hacerlo. Había que bajar al Che del retrato de Korda.
El Che fue como cualquier muchacho. Hizo las macanas tal cual las cuento en el libro. Prevalecieron mis ganas de contarle a la gente cómo era el Che. "Si hay alguien que tenía derecho a escribir sobre el Che, sos vos Calica" me dijo la familia de Ernesto.
El libro se tradujo a ocho idiomas, con un éxito muy bueno, lo que vale es que se conozca entonces quién fue el Che. Fue un muchacho más, como cualquiera. Un estudiante. Un pibe que hacía macanas siempre.

Usted en su epílogo cierra su trabajo citando el poema que Eduardo Galeano le dedica al Che ¿Cuándo siente que Ernesto sigue renaciendo?

Entre tanto que se escribió sobre Ernesto, el poema del genio Galeano, fue el que mejor expresó lo que he sentido respecto al Che en toda mi vida. "Cuando más lo insultan, más lo manipulan, lo traicionan, más nace". Eso es Ernesto para mí hoy. Un tipo que sigue teniendo tanta razón. Siento el honor de haber sido su amigo y lo valoro aun más. Dio la vida por un ideal a los 39 años. Es notable cómo los jóvenes me preguntan siempre sobre él. Incluso los hijos de hombres de derecha, me ha pasado varias veces, quieren saber quién fue el Che.
Y el Che retomando a Galeano es el más nacedor de todos. Eso lo hace inmortal.

Nos quedamos algunos segundos en silencio. No encontré más nada para preguntar. Es complicado que un tipo que hace cuarenta años habla sobre el Che pueda decir algo más sobre su figura. Sin embargo, no fue difícil emocionarse. Incluso, Calica se sigue emocionando. Me muestra fotos y se queda pensando vaya saber en qué. De repente, Mabel interrumpe el silencio: ¿nene querés tomar algo? Respondo que no porque siempre digo eso cuando tengo vergüenza. Calica insiste: "Traele una coca".
Entonces, me quedé tomando una Coca Cola con el amigo del Che...
Ya en el ascensor, me atreví a preguntarle si alguna vez sintió que debió acompañar al Che hasta el final. Calica no tardó en responder: "Debí embarcarme en el Granma, estoy convencido. Lo que más me dolió es que a Ernesto lo hayan asesinado estando sólo".
Después de agradecerle, la puerta se cerró.

4 comentarios:

Juan Carrá dijo...

Una vez más... impecable

ID dijo...

Juan me alegro que te haya gustado Honestamente no quedé conforme,traté de no caer en preguntas convencionales, y tal vez es difícil de qué esto aporte algo. Lo importante es lo que vos me dijiste una vez que me marcó mucho y no olvidaré: "los caminos son difíciles y no siempre recogeremos lo que sembramos. Sin embargo, siempre nos queda la hermosa sensación del deber cumplido". Gracias.

Ezequiel Coria dijo...

No tenés techo nachin. "Quien ensaya lo absurdo consigue lo imposible"

Laura dijo...

Estoy emocionada. Te felicito primo, sos muy zarpado