viernes, 30 de enero de 2009

Carta


"Ahora no queda nada más que la parte final del discurso, referente al hombrín que podría titularse: "¿Yahora qué?". Ahora viene lo bravo, vieja; lo que nunca he rehuido y siempre me ha gustado. El cielo no se ha puesto negro, las constelaciones no se han dislocado ni ha habido inundaciones o huracanes demasiado insolentes; los signos son buenos. Auguran victoria. Pero si se equivocaran, que al fin hasta los dioses se equivocan, creo que puedo decir como un poeta que no conocés: "Sólo llevaré bajo tierra la pesadumbre de un canto inconcluso". Para evitar patetismos "pre mortem"esta carta saldrá cuando los papas quemen de verdad y entonces sabrás que tu hijo, en un soleado país americano, se puteará a sí mismopor no haber estudiado algo de cirujía para ayudar a un herido y puteará al gobierno mexicano que no lo dejó perfeccionar su ya respetable puntería para voltear muñecos con más soltura. Y la lucha será de espaldas a la pared, como en los himnos, hasta vencer o morir.
Te besa de nuevo, con todo el cariño de una despedida que se resiste a total. Tu hijo.
Fragmento de la carta de Ernesto Guevara a Celia Linch de la Serna-madre-Octubre de 1956

No hay comentarios: