viernes, 19 de diciembre de 2008

Conciencia Crítica


No puedo arrancar sino escribiendo sobre la libertad. Aquí nos va la primera sugerencia: a menudo, cuando querramos decir algo importante, no podemos obviar el concepto de libertad.
Daré, en consecuencia, una exposición, humilde paréntesis que quiero expresar aquí ante ustedes, que no son muchos pero sí importantes.
-No volveré a parecerme un obsecuente, lo prometo; es que tanto discurso me mimetiza, creánme.-
Libertad, es acción infinita. Es condición humana para poder ser.
Cabe está aclaración: Uno no nace siendo. Digo: uno no nace libre.
Préstenme atención: Uno llega al mundo de lo establecido.
De repente, nos empezamos a cuestionar. A preguntar. A inquietar.
Ese inquietante sentido que nos lleva a redescubrir un yo íntimo, es el que nos da acceso
a redefinir nuestros propios gustos y necesidades: nuestras ganas, elecciones y sentimientos.
Desde la capacidad de elección. Y repito el concepto: desde la CAPACIDAD de elección,
es que somos libres.
Lo que Karl Marx, denomina IGNOMINIA. Es decir, la capacidad de tomar conciencia real de la ignominia, nos vuelve por ende más ignominiosos. Y ser ignominioso, no es más, que cuestionarnos qué es lo que queremos.
Esto que en dos palabras simples y concretas él mismo lo define como Conciencia Crítica.
En suma, esto es una distorsión mental.... en horabuena. Ya que la libertad no existe
sino se lleva a cabo, sino se le da uso...Sino se aprende a llevarla adelante.
Quienes estamos en este eterno aprendizaje- tal vez esto que escribo, me lo esté diciendo a mi mismo-, enfrentamos retrocesos, establecemos terrenos de concesiones y, especialmente, nos sumimos a contradicciones- a veces inherentes- a nosotros mismos. De modo que recreamos una necesidad constante de intentar de contar lo que vivimos.
Algunos lo hacen, quizás, torpemente, como en esta oportunidad.
Otros...más consecuentes y valientes, se explican 'pateando tableros', siendo fieles a las impresiones que les dicta su corazón-queda evidente en este particular, el uso del yo interior.-
Entonces, sin Conciencia Crítica no somos libres.
Debemos descubrir nuestras capacidades de elección, lejos de los gustos, que se estandarizan
por la necesidad de uniformidad que existe desde el marketing y, sobre todo, desde el último componente esencial de la ecuación comercialmente perfecta: el consumo.
De modo que una conciencia crítica nos permite ser lo que queremos y no lo que nos imponen.
En efecto, es saber decir que no y aprender a decir que si.
Elegir a la persona que amamos,
Luchar por lo que consideramos justo.
Sin Conciencia Crítica, NO HAY LIBERTAD.
Espero que las conciencias críticas empiecen a funcionar en pos de una conciencia mejor, con mayor capacidad de elección y debate, y fundamentalmente, una conciencia verdaderamente LIBRE.

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