Miedos -versión popular-

No me vengan con sandeces...Qué el oso Carolina, aquel monstruo que mi madre inventó para que no corriera lejos del hogar porque en la esquina me agarraría y me comería - mi madre omitió que era nena por su nombre, era osa mami!!!-
El oso Carolina, fue impopular, distinto al masivo hombre de la bolsa, de otros.
O el propio cura nos habló de pecados, y mentiras para sostener otras falacias que le pagaron un gran sueldo. O Dios, el mismísimo dios, ser tocado por las suerte de la historia eterna...
¡¿Alguien pudo rendir tanto homenaje a un tipo que ni siquiera existen pruebas de su existencia?!Cómo diría un argento amigo: Yo no le tomo la leche al gato, ni se me escapa la tortuga, eh!
No me engrupan!!!!
El miedo esta asociado con la mentira. Es un invento sicológico.
El miedo es un límite
una piedra,
una traba,
una mochila.
Es peor el miedo que las consecuencias que de él se emanan.
No le creo al miedo. Soy de los que no creen en muchas cosas. El bufón de la discusión. El terco eterno...
Los miedos deben saber ubicarse. Depende/n de nosotros. Los miedos invaden nuestras mentes. Nos idiotizan. Nos asustan. Nos frenan.
Coartan la libertad, mutilan la felicidad. No teman, qué es lo que peor nos puede pasar!
Perder la vida.
Vale esta distinción: Vivir tensionados y precavidos-
O sea, VIVIR CON MIEDO-
O vivir plenamente, arrojándonos todo el tiempo, dándonos lindos chapuzones.
No teman, amigos, se los dice el más cobarde.
Dejensé llevar por los proyectos, por las caricias del destino.
Jueguensela, pateen el tablero. Crean en lo que quieren. No le teman a los efectos.
Qué el miedo no nos enferme. Qué no habite sus cabezas. Qué no les de más chuchos, ni escalofríos. Pongamos el miedo en su lugar.
Disfruten de las películas de terror...
Esa es una buena ubicación del temor. Es decir, desde el placer.
Teman, sólo si les da placer. Pero no tomen más decisiones consultandole al miedo.
Sé los puedo asegurar, lo que vale es lo que sienten genuinamente, sin infiltrados.
Propongo: Luchar contra los miedos, esto es, ubicarlos donde corresponde. Medirlos con un termómetro, si es necesario. Repensar en lo que creemos.
¿Creemos o consumimos?
Por ejemplo: Vivan haciéndose preguntas, indaguen sobre sus creencias, por favor,
esto es mucho, muy importante!!!!
Y, por último, luchen contra el miedo, hasta donde sea...Si hay que mojar las sábanas con
pi pi todas las noches, pues es este el momento, agotemos todas las instancias.
Por una vida sin miedos!
Me retiro, como me dijo un docente bien coherente: esto parece un panegírico insoportable.