jueves, 22 de enero de 2009

Odio




No ceso en pedirle
un silencio a mis
pensamientos
Me veo
perdido
sobrepasado
por mis deseos.
Desconsolado,
me siento bien solo.
Ajeno al mundo,
alejado del centro.
Veo a tanta gente
que no distingo
a las personas.
Adónde se fueron
los seres humanos?
Ideales, ideales...
Que los han cagado a palos.
Quiero que pase.
No sé.
Una ráfaga.
Veo como el miedo
me viene corriendo
por detrás.
Veo a tus piernas
alejándose de acá.
Pienso, no paro de pensar.
Converso, no me detengo
a hablar.
Un día menos
que se volvió un día
más.
Un piano, en esta noche
helada.
Los pies congelados,
la panza a medio llenar.
Serán más los días de
sacrificio, es el estilo
de vida
que pienso llevar.
Hoy me conecté
en esta soledad.
La cama vacía
y aquí solo
el piano se atreve
a entrar.
El silencio en la nada.
El optimismo
sintió el impacto.
El dinero es la bala
de todos los imbéciles.
Algunos matan.
Otros mueren.
Depende del lado del
mundo que nos toque.
La vida es azar.
Los que no hacen nada
nada tienen.
Mi alma se armoniza
aunque no crea en tus promesas.
Mi alma se tranquiliza
teniéndote aquí cerca.
-escribí esto
porque era lo que querías escuchar,
el arte de la seducción
es mi única defensa.-
Estoy sólo.
No esperes más nada de mí.
No sueñes con la heroica.
Una persona bien triste
y con hambre,
ajena a crear su propio destino,
no tiene otra alternativa
que conservar su odio acumulado.
Después verá qué hacer con él.
Lo soltará.
O lo disparará.
Es lo único que le queda.
De todos modos, se escapará.
-sólo comprende por qué.-

No hay comentarios: